SANTO DOMINGO.- Al comenzar este lunes el tradicional éxodo al interior del país para celebrar la Navidad, los choferes enfrentan el dilema entre mantener el distanciamiento físico dentro de sus vehículos y asumir las pérdidas económicas o evadir los protocolos sanitarios para aprovechar la temporada y mantener sus ingresos.
La prohibición que obliga al transporte colectivo a limitar el número de pasajeros a un máximo del 60 por ciento de la capacidad de los vehículos crea un reto difícil de cumplir para los choferes.
El senador y dirigente choferil Antonio Marte advierte incluso que las paradas no cumplirán con dicha medida, ya que el sector no ha recibido ningún tipo de subsidio. “Ve pregúntale a los carros, eso no lo cumple nadie”, dijo Antonio Marte, presidente de CONATRA
“No conviene porque esos viajes tan largos y tan pocos pasajeros”, aseguró Felix Armando Chofer. Los diversos gremios choferes insistieron en su compromiso para garantizar las otras medidas, como el uso de mascarilla.
Usuarios que se aprestan a visitar a sus familiares en el interior del país repudiaron que no se respete el distanciamiento físico entre cada pasajero.
Este lunes inspectores del INTRANT recorrieron las paradas de autobuses, donde ya se apreciaba un considerable flujo de viajeros, a fin verificar que los transportista cumplan con las medidas de seguridad vial a fin de evitar accidentes.
El costo del pasaje para Santiago es de 290 pesos, para Cotuí cuesta 300, mientras que para las provincias sureña de San Juan y Elías Piña el pasaje se encuentra entre 400 y 700 pesos respectivamente.
Pese a ser uno de los sectores más afectados por la crisis económica a raíz de la pandemia los sindicatos choferiles han optado por mantener el precio en los pasajes.
