Los roedores están dentro de la clasificación de plagas porque no están definidos por el número de especímenes, sino por su capacidad para dañar al ser humano.
En este sentido, las ratas y los ratones son una especie invasora, que coloniza los espacios y se apodera de ellos. Esto es muy claro si se observa solo observando el daño que causan en la madera o en los interplanos, por ejemplo.