Especulaciones originadas de ganapanes de falso periodismo subvencionado, avientan la especie de posible candidatura presidencial en comicios 2024 de Margarita Cedeño, exprimera dama y exvicepresidenta de la República, y desde ya, de producirse, categorizo segura reelección, aún no anunciada, por lo prematuro, de nuestro presidente Luis Abinader.
De producirse la decisión de Margarita aspirar suceder a Abinader, vendría a editar una nueva versión de Penca, en vez del Penco Gonzalo Castillo, ambos con idénticas proporciones intrascendentes para optar la más alta magistratura del Estado.
Margarita Cedeño dispuso de varios escenarios para posibilitar construir un proyecto político de envergadura, primero atendiendo ejecuciones en el famoso Despacho de la Primera Dama, y luego como vicepresidenta de Danilo Medina, sin detectar el suscrito iniciativas propulsoras a calificar notorios aportes al país, que no fuese medrar en poltronas, sin trascendencia.
No fueron en Margarita Cedeño los casos excepcionales y al parecer sin reprisse de las eximias damas Ema Balaguer de Vallejo y Renné Klang de Guzmán, la primera en la inolvidable Cruzada de Amor, y la segunda dirigiendo CONANI, en jornadas de raigambre social de recuerdo y valía imperecederas.
Un pasaje que estimo indigno fue el memorable cuando Margarita expresó al expresidente Medina “Soy de ti”, evidentemente desertando del compromiso político que debió reservar para su entonces compañero sentimental el expresidente Leonel Fernández, demostrando una censurable deslealtad por el prurito de la ambición personal, que tanto desacredita y hunde a más de una persona.
Margarita siempre aspiró a dogaresa, sin las condiciones de las famosas consortes de los dogos venecianos, descendiendo por impericia, deslealtad y desmesurada e incontrolable ambición, a categoría políticamente intrascendente.
Es por esos considerandos que una candidatura presidencial de Margarita sería una suerte de reelección de Luis Abinader en 2024.