San Cristobal.- Un hombre identificado como Alberto Medina ha sido condenado a 20 años de prisión por el Tribunal Colegiado de San Cristóbal, República Dominicana, por el homicidio de Erizon Taveras Pacheco.
El hecho ocurrió el 22 de febrero de 2022 en el sector Villa Fundación, donde Medina y otra persona se desplazaban en una motocicleta y atacaron con un arma blanca a Taveras Pacheco, quien logró evadir la agresión agachándose. Posteriormente, Medina sacó un arma de fuego de un bolsillo y disparó a la víctima, causándole heridas en el hemitórax y en la región dorsal izquierda que le provocaron la muerte.
El Ministerio Público, representado por los fiscales Wendy García Garabitos y Josefina de los Santos, demostró la responsabilidad penal de Medina en el homicidio y en la asociación de malhechores, así como también la violación de los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 para el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados. Tras la presentación de pruebas, el tribunal integrado por los jueces Rosa Mateo, Ana Inés Susana y Wilma Cuello dictó la sentencia condenatoria contra Medina.
La sentencia establece que Medina cumplirá su condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Nayajo Hombres, en donde permanecerá por los próximos 20 años. Este caso es un ejemplo de cómo la justicia dominicana actúa en casos de homicidio, en los cuales se busca garantizar la seguridad y el bienestar de la población, así como sancionar a quienes cometen delitos graves.
La familia de la víctima ha expresado su satisfacción con la sentencia y han agradecido a las autoridades y a los fiscales por su trabajo en la investigación y en el proceso judicial. Asimismo, han hecho un llamado a la población para que se respete la vida y se eviten actos de violencia como este, que dejan un profundo dolor en las familias y en la sociedad en general.
Es importante recordar que el homicidio es un delito grave que puede tener consecuencias muy graves para los responsables. Las autoridades deben trabajar de manera constante para garantizar la seguridad de la población y para sancionar a quienes cometan este tipo de delitos. Además, la prevención de la violencia y la promoción de la cultura de la paz son fundamentales para construir una sociedad más justa y pacífica.