BOCA CHICA, REPÚBLICA DOMINICANA.-En este último fin de semana con toque de queda desde las 12 del medio día, comerciantes de Boca Chica manifestaron estar ahogados con la medida y esperan que a partir del miércoles 27 de enero, con la nueva flexibilización al horario restrictivo, las ventas aumenten en sus negocios.
Una baja en más del 50% de sus ventas, así quedaron los negocios que venden pescados, yaniqueques y otros alimentos criollos.
Los vendedores entendieron que el gobierno debe buscar otras medidas para contrarrestar la enfermedad, debido a que la restricción perjudica a la clase trabajadora.
“Nosotros estamos pagando las consecuencias de la gente que no obedece las medidas y que no comprende que la pandemia es una realidad y un peligro para todos”, dijo Mario Luna, vendedor.
En la playa de Boca Chica, en horas previas al toque de queda, se observaron los negocios cerrando sus puertas y los agentes de El Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR), indicando a los bañistas la hora de retirarse a sus casas.
La nueva disposición contempla además que los fines de semanas el toque de queda inicie desde las 5 de la tarde, con tres horas de libre tránsito todos los días para que los ciudadanos puedan llegar a sus hogares.