Puerto Príncipe, 6 ene.- Empleados de los tribunales de Haití amenazan con retomar su movimiento de protesta que paralizó durante dos meses el sistema judicial.
Sus organizadores anunciaron un paro laboral el próximo 12 de enero y esgrimieron que el Ministerio de Justicia como órgano regulador no mostró empatía hacia los litigantes, los recluidos en los diferentes centros penitenciarios del país, además de desatender sus demandas de regularización y mejores condiciones laborales.
Ainé Martin, líder sindical, criticó los bajos honorarios de estos profesionales y la falta de beneficios sociales, y abogó por un equilibrio en el trato de los poderes de la cadena judicial.
De agosto a octubre pasado, los empleados judiciales se declararon en huelga y reclamaron un ajuste salarial, entrega de tarjetas de débito, publicación del estatus especial de estos trabajadores y la implementación de un plan de seguridad en los juzgados.
El movimiento concluyó a mediados de octubre, y la Asociación Nacional de Empleados Haitianos dio una tregua al Gobierno hasta diciembre próximo para cumplir sus reivindicaciones.
La nueva amenaza de paro ocurre un día después de que los fiscales regresaran a sus puestos de trabajo, tras un movimiento similar durante los meses de noviembre y diciembre.
En este contexto, organizaciones sociales y de derechos humanos advierten sobre el impacto de las protestas en los prisioneros, la mayoría encarcelados sin sentencia.
Se estima que el 80 por ciento de los reos de Haití se encuentran bajo prisión preventiva prolongada y en 2020 la pandemia y las repetidas huelgas en el sistema judicial agudizaron el fenómeno.
«Es un año casi perdido», lamentó Bernard Sainvil, decano del Juzgado de Primera Instancia en la capital, y pidió un entendimiento entre los protagonistas en torno a la crisis del sector.