Santo Domingo, RD.- En el último año el sorgo, la soya y el maíz han experimentado incrementos de 98 %, 61.7 %, y 44.1 %, respectivamente, en sus precios. En el caso del trigo, el aumento ha sido de 23.5 % durante los últimos 12 meses. Son incrementos que impactan de manera directa en el territorio nacional, en sectores vitales como el avícola y el porcino, porque esos rubros son materias primas para alimentar, hacer crecer esos animales y llevarlos a condiciones óptimas para el consumo humano.
De maíz, por ejemplo, entre todos los grupos empresariales que producen pollos, importan mensualmente unas 150 mil toneladas y de soya (en harina) se importan unas 70 mil toneladas, de acuerdo con los números que maneja José López, presidente de la Asociación de Productores de Pollo del Norte (Asopollon). López también produce cerdos. Y en ambas actividades económicas lleva muchos años. Experiencia tiene mucha.
En definitiva, los precios internacionales de alimentos para animales están presionando seriamente a los productores de pollo y cerdo locales. Por ejemplo, la soya que un granjero compraba hace un tiempo en 17 dólares el quintal, a mediados de enero comenzó a cotizarse a 27. Y ha seguido en rumbo ascendente. En el caso del maíz, el que se adquiría a ocho y nueve dólares, se cotizaba 13 dólares. En este rubro los precios se han seguido moviendo más lentos que en el caso de la soya. Y eso ha dado un ligero alivio a los granjeros. Pero no pueden alegrarse demasiado, advierte Luis Encarnación, propietario de un pequeño espacio de producción avícola colocado en un campo de la provincia Sánchez Ramírez. “El 2021 ha sido intenso en materia de precios y en eso estoy muy seguro que el impacto se ha debido al tema de la pandemia del coronavirus”, le dice Encarnación al periódico elCaribe.
El 90% del trigo, maíz, soya entre otros cereales de alta relevancia usado internamente para la producción es importado, indican los datos oficiales. Y a eso, según explican granjeros consultados, hay que agregar el cálculo de componentes que intervienen en el proceso de compra y venta de insumos, como es “la base y la carga”. Realizar algunos de ellos costaba antes entre 20 y 30 dólares y ahora cuesta posiblemente entre los 63 y 68 dólares. “La base” es un componente vinculado al tema del seguro de la carga, a la propia carga llevada a la barcaza o a los buques y flete de esa carga. Todo eso es adicional al precio al que se adquiere la materia prima, per sé.
A nivel local, hay elementos que intervienen en la subida de costos para producir carne, como la factura eléctrica y los combustibles. Pero el alza de precios está mucho más asociada a los commodities (commodity) que es un término que fundamentalmente se refiere a bienes físicos que constituyen componentes básicos de productos más complejos. Un commodity es un producto o bien por el que existe una demanda en el mercado y se comercian sin diferenciación cualitativa en operaciones de compra y venta. Los incrementos en las cotizaciones de las materias primas señaladas, se han debido, fundamentalmente, a una sobredemanda de cereales y alimentos en el mercado mundial. Este incremento en la demanda ha sido exacerbado por economías emergentes como la China, que fue la primera en recuperarse de la crisis generada por el Covid-19, provocando mayores costos y restricciones a la movilidad marítima de mercancía, dada una escasez temporal de contenedores a nivel global.
En el análisis, el petróleo no queda fuera; un movimiento en él termina impactando en múltiples sectores. A nivel local, por ejemplo, empuja a un alza en los combustibles y estos influyen sobre otros renglones. Informaciones al 10 de marzo indican que el precio del petróleo registra un significativo aumento cercano al 87.5 % en los últimos 12 meses y de 32.8 % en lo que va de 2021. El precio actual del crudo West Texas, o WTI, cerró el jueves en US$66.02 por barril, luego de registrar valores negativos hacia marzo del pasado año y de cerrar el año 2020 con un valor de US$48.52.
“Lo que ocurre tanto con el petróleo como con los granos que usamos para alimentar y dar tamaño a los pollos es una cosa difícil de controlar. Porque no estamos hablando de productos que tú cultivas en tierras dominicanas. Por tanto, tú no controlas la carestía que pueda darse en ellos. Aquí tenemos tierras y condiciones para sembrar maíz en grandes cantidades, pero mientras eso ocurre, tenemos que pagar muy caro el que estamos importando”, dice Luis Encarnación.
“Y estamos hablando de precios que vienen creciendo. No se trata de una cosa de la que te avisaron hoy o mañana”, agrega José López, hablando desde otro lado del país con este diario.
En los últimos meses el tema del precio de la carne de pollo y de otros rubros de la canasta alimenticia ha sido de amplio debate.
Incluso, el presidente Luis Abinader, se refirió esta semana a ese aspecto en un encuentro con directores de medios de comunicación, en el que aclaró que “aunque el Gobierno quiera paliar en gran medida estas variaciones, no puede ser posible porque la economía dominicana es muy abierta y sufre todos los cambios que se producen en el exterior”.
La libra de pollo ha llegado a colocado hasta a 80 pesos en algunos puestos de ventas, cuando lo común es que fluctuara entre los 50 y 65 pesos, dependiendo el lugar. Así fue por mucho tiempo.
Hace varias semanas el Consejo Internacional de Cereales recortó su pronóstico para la producción mundial de granos en 2020/21 a una cifra récord de 2,210 millones de toneladas, y ajustó su proyección para el consumo durante el ciclo. Redujo su pronóstico de producción de granos en 9 millones de toneladas, según su actualización mensual. Recortó en 13 millones de toneladas sus cálculos para el maíz, baja parcialmente compensada por una revisión al alza en las perspectivas para el trigo. En febrero la Asociación Dominicana de Granjas Porcinas informó que el precio del cerdo cebado vivo, puesto en granja, costará RD$118 por kilogramo.
Los granjeros tienen la esperanza de que la inflación comience a disminuir.
El año 2021 inició con intensidad en los costos
El 2021, desde sus inicios, ha sido posiblemente uno de los más intensos de la última década, en lo que a aumento de precios se refiere. En el primer mes subieron los combustibles, los alimentos, materiales de construcción y servicios como el de transporte y otros.
El transporte incrementó 2.08 %, la gasolina regular subió 4.81 %, la premium 4.80 % y el gas licuado (GLP) para vehículos se elevó en 5.83 %.
En enero, por ejemplo, las carnes subieron 5.27 %, dentro de las cuales se encuentran el pollo fresco (6.74 %), carne de cerdo (6.93 %), de res (5.04 %), molida de res (6.50 %) y chuleta ahumada (1.35 %). Los incrementos tocaron a los (2.50 %), aceite de soya (2.61 %), arroz (0.76 %), aguacate (9.34 %), caldo de pollo (2.15 %), limones agrios (15.25 %), refrescos (1.05 %) y azúcar morena (1.59 %).
Importancia
El pollo es uno de los productos de mayor consumo en la dieta alimenticia de los dominicanos.
Impacto
En el caso del quintal de la soya, el aumento de precios ha sido en corto tiempo de poco más de diez dólares.