Muchas de las personas que viven en Santo Domingo Este todavía no se han enterado de que la Presidencia, el Ayuntamiento y otras instituciones iniciaron el programa “La ruta de la limpieza”, para retirar toda la basura acumulada durante semanas en muchas calles del municipio.
Las autoridades empezaron con pasos tímidos una tarea que se ve gigante cuando se recorren las calles llenas de vertederos improvisados en cada esquina.
Algunos se expandieron tanto que casi ocuparon toda la vía, mientras otros se prolongan por decenas de metros.
Equipos de la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep), del Ministerio de Obras Públicas, del Ministerio de la Juventud y de las juntas de vecinos trataban de coordinar con alboroto la jornada de limpieza detrás del Centro de Diagnóstico y Atención Primaria Villa Liberación.
Los obreros se quejaban de que recibían órdenes de demasiada gente y de que no tenían guantes para “meterle mano” a la basura.
Más arriba y a la sombra de un árbol, los empleados del Propeep se reunían con sus camisetas y gorras blancas que recibieron de la institución con las palabras escritas: “La ruta de la limpieza”.
Anthony Brito, director de Operaciones del Propeep, explicó que, por la rapidez con que fue preparado el plan de limpieza, todavía no tenían todos los equipos, pero que estaban de camino.
Palas mecánicas llenaban camiones volteo con desperdicios de los vertederos de la calle Duarte y Principal.
Están llenos de lomas de basura los barrios de Villa Liberación, Cachón de la Rubia, El Tamarindo, El Perla, Mendoza, Invivienda, Hainamosa, La Toronja, La Grúa y San Isidro. En la calle Principal con Manuela Diez, en la urbanización Perla Antillana, la gente formó un vertedero a lo largo de la vía que, cuando se recorre a bordo de un vehículo, parece que nunca se va a terminar.
Se observó que muchos residentes aprovechan las aceras al lado de centros educativos para tirar su basura. Vertederos inmensos fueron formados al lado de las escuelas Los Alifonsis, en La Grúa de Mendoza, y la Nicaragua, en Villa Liberación.
Algunos comunitarios admiten que pagan unas monedas a ciertas personas del barrio para que lleven sus desperdicios a esos lugares improvisados de depósito.
“La gente debe tener conciencia”
El problema de la basura en SDE es también de costumbre.
Una señora residente en la calle Proyecto 8 cuenta su lucha con los vecinos que pasan en carros y motocicletas funda en mano a lanzarla en la esquina con la avenida la Ecológica, frente a su casa. La última vez que llamó la atención a una joven, esta le recomendó mudarse si le molestaba.
Ella misma les pide que la depositen más arriba, donde es más fácil el trabajo para los camiones recolectores de basura, ya que la calle tiene una pendiente muy pronunciada.
Peor le va al señor Bartolo Ozuna, ya que vive abajo del vertedero y recibe en su casa parte de la basura que arrastra la brisa, la gravedad y la lluvia.
La señora no acusa de su problemática al Ayuntamiento, que periódicamente se lleva todos los desechos, y repite en cada oportunidad que “la gente debe tener conciencia”.
Dice que la verdad es que periódicamente las brigadas dejan el espacio completamente limpio, aunque otra verdad es que los camiones tienen meses que no entran al barrio, a pesar de que casi a diario pasan por la Ecológica.
La gente del lugar se acostumbró a depositar la basura en la esquina, y los recolectores, a recogerla ahí mismo.
La poca frecuencia con que pasan los camiones se nota en los depósitos desbordados de basura de los residenciales de la avenida Hípica.
Materiales de construcción
Las rocas, la tierra y los escombros que extraen los residentes de Santo Domingo Este cuando hacen una cisterna, demuelen alguna estructura o emparejan un terreno son otro peso que, aunque no debe ir junto a la basura, tienen que cargar las autoridades municipales.
Los lugareños aprovechan áreas verdes y los mismos vertederos para depositar los residuos de construcción, que no se pueden llevar a Duquesa porque aumentan el pesaje de la basura que se calcula en la entrada.
En junio pasado, el Ayuntamiento anunció el inicio de las operaciones de un depósito municipal de escombros ubicado en la antigua mina de caliche de San Isidro, al lado de la base de la Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD). Pero muchos todavía prefieren usar el basurero más cercano.
Primeros pasos
La campaña “La ruta de la limpieza” fue anunciada el miércoles, y la intervención en los barrios empezó el jueves a las 4:00 de la tarde. Este viernes trabajaron en Villa Liberación, Invivienda y la entrada de La Toronja, consideradas prioridades. Tienen identificados 30 puntos claves por día en las tres circunscripciones del municipio durante los 45 días del plan.
Detrás de los recogedores, vendrían los bomberos a limpiar la calle y otro grupo de hombres a pintar las aceras. Esos lugares quedarían vigilados por militares para evitar que la gente vuelva a darle el mismo uso.
En la mañana recibieron 28 compactadores en los parqueos del Hipódromo V Centenario, que de allí partieron a recorrer diversas rutas.
El jueves también desahogaron el vertedero localizado en la orilla del río Ozama, llamado estación de transferencia, aunque, visto por primera vez, es difícil imaginar que estuviera peor.
Entre los barrios se vieron algunos camiones compactadores en condiciones de deterioro y otros abiertos adquiridos recientemente por el ASDE.