PANAMA.- Un juzgado de Panamá redujo de 50 a 30 años la pena que purga el dominicano Gilberto Ventura Ceballos, sentenciado por el secuestro y homicidio de 5 personas y quien se ha fugado dos veces de la cárcel, la última en febrero pasado, informaron este viernes fuentes judiciales y jurídicas.
Ventura Ceballos, de 44 años, fue sentenciado en julio de 2018 a 50 años de cárcel por el secuestro y homicidio de cinco jóvenes panameños de ascendencia china en 2011 que residían en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste.
Una fuente judicial confirmó a Efe la decisión del Segundo Tribunal Superior de Justicia, mientras que sus abogados dijeron a la prensa que la reducción de la pena es de 20 años.
Uno de los defensores, el ex fiscal general de Panamá Rogelio Cruz, explicó a la prensa que Ventura Ceballos fue pedido en extradición a Costa Rica, donde fue capturado tras su primera fuga en 2016, por el homicidio de tres de las cinco víctimas, y que solo por esos casos podía ser juzgado.
El exprocurador indicó que espera ser notificado de la decisión del Tribunal para presentar un recurso de casación en contra del fallo, pidiendo que Ventura Ceballos sea declarado inocente.
Por su parte, el Ministerio Público dijo a Efe que «aún no ha sido notificado» de la decisión del Segundo Tribunal de Justicia, y que en cuanto esto suceda «hará los análisis correspondientes» para decidir los pasos a seguir.
Las víctimas de este caso, que conmocionó a Panamá en su momento, son Yessenia Argelis Loo Kam, de 18 años; Young Jian Wu (27), Sammy Zeng Chen (19), Joel Maurio Liu Wong (19) y Georgina del Carmen Lee Chen (18).
Además de Ventura Ceballos, fueron condenados a 50 años de cárcel por el caso Alcibiades Méndez (dominicano), y los panameños Keyla Gisselle Bendibú Salazar y Mario Luis Vega, mientras que a 15 años fueron sentenciados los panameños Kenny Bendibúú Salazar y Roberto Mariscal Rodríguez.
El 3 febrero de este año, Ventura Ceballos se fugó por segunda vez de un cárcel de máxima seguridad en Panamá, y las autoridades llegaron a ofrecer una recompensa de 50.000 dólares para dar con su paradero.
Su recaptura se produjo diez días después en el sector El Salao de Remedios, en la provincia occidental de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, gracias a una labor de inteligencia.