Alarma entre los científicos en Bolivia por la aparición de un nuevo virus con una letalidad similar al ébola
La transmisión pudo haber sido de roedores hacia los humanos, mientras que el contagio se produce de persona a persona. En 2019 se registraron cinco infectados, tres de los cuales murieron.
Un grupo de investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) descubrió la transmisión de persona a persona de un virus extraño en Bolivia que puede causar fiebres hemorrágicas y que es similar al ébola.
Esto genera preocupaciones potenciales de brotes adicionales en el futuro, según los nuevos hallazgos presentados este lunes en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina e Higiene Tropical (ASTMH).
El microorganismo lleva el nombre de la provincia boliviana donde fue detectado por primera vez en 2004, y está siendo investigado por el CDC de Estados Unidos. Los expertos sólo tenían conocimiento de que el virus se transmitía por el contacto con la orina o excrementos de ratas. Asimismo, se estudió un pequeño brote disparado el año pasado con tres fallecimientos de cinco infectados, lo que refleja un alto índice de letalidad.
De todos modos no hay brotes activos de Chapare en 2020, e incluso en el caso de nuevos brotes, es poco probable que el virus cause una pandemia, según los expertos en virus, sostiene el sitio Live Science.
“Las fiebres hemorrágicas como el Ébola rara vez se propagan tan ampliamente como las enfermedades respiratorias como la gripe o el Covid-19”, dijo a Colin Carlson, investigador de la Universidad de Georgetown que estudia las enfermedades zoonóticas.
“Esto se debe a que los síntomas de la fiebre hemorrágica generalmente aparecen poco después de las infecciones (a diferencia de los largos períodos de incubación de las enfermedades respiratorias), y el contacto directo con los fluidos corporales generalmente es necesario para contraer una enfermedad hemorrágica. Pero los brotes pueden devastar los sistemas de atención médica, con un gran número de trabajadores de la salud que se enferman después de tratar a pacientes infectados”, agregó el especialista.
La ASTMH estudió la línea de transmisión:
-Un agricultor de arroz, de 65 años, contrajo la enfermedad al estar en contacto con roedores, y después contagió a los médicos que lo asistieron.
– Un estudiante de la facultad, de 25 años, que cuidó al paciente se enfermó a los nueve días, y lo mismo le ocurrió al gastroenterólogo que le hizo una endoscopia a su colega infectado.
– Un técnico de ambulancia que le habría hecho una reanimación cardiopulmonar al paciente inicial, sumado a otro agricultor, también se contagiaron, pero sortearon con éxito la enfermedad.
-Detectaron una carga viral en el semen de un sobreviviente, 168 días después de la infección, lo que posibilita la transmisión sexual, aunque no está confirmado un 100%.
Los síntomas:
Puede causar fiebre, dolor de cabeza, malestar en los abdominales, sarpullido, insuficiencia orgánica y hemorragias, potencialmente mortales.
El primer indicio del brote de 2019 se encontró en una colección de fluidos corporales que apareció en un laboratorio de Santa Cruz. Los médicos que recolectaron las muestras creían que los pacientes habían contraído dengue, una enfermedad potencialmente mortal transmitida por mosquitos que también puede causar fiebre y hemorragia interna.
“Nuestro trabajo confirmó que un joven médico residente, un médico de ambulancia y un gastroenterólogo contrajeron el virus después de encontrarse con pacientes infectados”, dijo Caitlin Cossaboom, epidemióloga de la división de patógenos y patógenos de altas consecuencias de los CDC al diario británico The Guardian. Dos de los trabajadores de la salud murieron más tarde. “Ahora creemos que muchos fluidos corporales pueden potencialmente portar el virus”.
Debido a que no existen medicamentos específicos para la enfermedad, los pacientes solo reciben cuidados de apoyo, como líquidos por vía intravenosa, explicó la experta.
“Aislamos el virus y esperábamos encontrar una enfermedad más común, pero los datos de la secuencia apuntaban al virus del Chapare”, dijo María Morales-Betoulle, patóloga del CDC. “Nos sorprendió mucho”.
Los investigadores también dijeron que era posible que el virus hubiera circulado durante algunos años sin ser detectado, porque podría diagnosticarse erróneamente fácilmente como dengue, un virus con síntomas similares. Los científicos dijeron que necesitaban continuar estudiando el virus para comprender su capacidad de causar brotes.
“Aunque todavía hay mucho que aún se desconoce sobre el virus Chapare, es encomiable la rapidez con la que este equipo fue capaz de desarrollar una prueba diagnóstica, confirmar la transmisión de persona a persona y descubrir evidencias preliminares del virus en roedores”, resumió el presidente de ASTMH, el doctor Joel Breman.
Al no contar con medicamentos específicos para el Chapare, los pacientes sólo pueden recibir cuidados de apoyo, como fármacos estabilizadores intravenosos.
El Chapare pertenece a un grupo de virus llamados arenavirus. Estos incluyen patógenos peligrosos como el virus lassa, que causa miles de muertes cada año en el oeste de África, y el virus Machupo, que causó brotes mortales en Bolivia.