SANTO DOMINGO, RD.- A nueve días del deslizamiento de una pendiente que provocó la destrucción de tres viviendas en la comunidad Cabón de Quita Sueño, Haina, ninguna autoridad local y nacional ha ido al lugar a auxiliar a los afectados, que amanecen en casas de vecinos.
Unas 12 personas damnificadas sobreviven por la solidaridad de vecinos e iglesias de la zona, debido a que hasta ayer las autoridades se han hecho de la vista gorda antes sus necesidades.
Teresa José Francisco, propietaria de la primera vivienda que se desplomó como consecuencia de los deslizamientos, hace nueve días, narra que sobrevive por la misericordia de Dios y el apoyo de vecinos que les permiten guarecerse en horas de la noche.
Expresa que ella y su cuatro parientes se encuentran “arrimados” debido a que su casa se desplomó por completo y sus ajuares se fueron a pique.
“Estamos amaneciendo en el suelo, como usted ve, aquí no quedó nada, las camas no sirven, quedamos a la buena de Dios”, expone Teresa quien al momento del derrumbe terminaba de construir su techo con la ayuda de la iglesia.
Es extraño que ni siquiera el Plan Social de la Presidencia se haya preocupado por las tres familias que quedaron a la intemperie en Cabón de Quita Sueño, y que otras instituciones no acudan al lugar a evaluar los daños.
Arelis Cartagena Martínez, es la cabeza de otra familia que sufrió los embates del derrumbe hace nueve días, quien habilitó un cuartucho con los pocos que quedó de su casa para tener donde cubrirse del sereno en la noche.
Desde que se produjo la tragedia la casa quedó inhabitable y ahora más vulnerable que antes, por lo que de volver podría encontrar la muerte junto a los demás miembros de su familia.
Para cocer los alimentos que recibe de vecinos y relacionados improvisó un fogón en la ladera a la espera de la ayuda del Gobierno.
Expresa que anoche sintió miedo ya que en medio de las lluvias escuchó caer tierra de la pendiente, por lo que ella y sus parientes salieron del cuartucho que improvisaron para cubrirse de la inclemencia del tiempo.
Leónidas Marte, es el propietario de la otra casa que sufrió la embestida tras recibir los escombros de la casa de Teresa José Francisco que se desplomó desde la altura de la pendiente próximo a la calle Primera de Cabón.
Desde entonces, Marte y uno de sus hijos amanecen en casa de algunos de los vecinos que se conduele de su situación.
Marte y su hijo se salvaron porque tampoco estaban en el hogar en el momento que se produjo el deslizamiento que lo dejó sin hogar.
Otras viviendas podrían correr la misma suerte, ya que fueron levantadas prácticamente debajo de una pendiente y casas construida en plena ladera, sin que ninguna autoridad nacional o local observara el peligro.
Tal es el caso de la vivienda de María Delgado, con más de 80 años.