Estados Unidos acusó este jueves al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández de operar su país como un «narcoestado» y de usar sobornos que recibió de narcotraficantes como «El Chapo» para cometer fraude electoral en las dos elecciones a las que concurrió.
Unas horas después de que Hernández despegara rumbo a Nueva York para ser juzgado allí, el Departamento de Justicia estadounidense publicó la acusación completa contra el expresidente, tres cargos que podrían desembocar en una pena máxima de cadena perpetua.
«Hernández abusó de su posición como presidente de Honduras entre 2014 y 2022 para operar el país como un narcoestado», afirmó el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, en una rueda de prensa en Washington.
ACUSACION DE 20 PAGINAS
La acusación formal, de 20 páginas, alega que Hernández formó parte de una conspiración que desde 2004 transportó más de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos a través de Honduras, procedente de Colombia, Venezuela y otros países.
Como parte de esa conspiración, Hernández recibió «millones de dólares de múltiples organizaciones narcotraficantes en Honduras, México y otros lugares», indica la acusación.
«Hernández usó esos beneficios del narcotráfico para enriquecerse, financiar sus campañas políticas y cometer fraude electoral, incluido en relación con las elecciones presidenciales de 2013 y 2017», agrega.
«el CHAPO» LE ENTREGÓ US$1 MILLÓN
En concreto, Estados Unidos alega que en 2013, Hernández recibió un «soborno de un millón de dólares» del narcotraficante mexicano Joaquín «el Chapo» Guzmán, entonces líder del cartel de Sinaloa, «a cambio de una promesa de proteger» a ese cártel en Honduras.
«Hernández ordenó entonces a sus aliados en la conspiración que viajaran a varias partes de Honduras para sobornar a funcionarios para que manipularan votos para que él se convirtiera en presidente», aseguró en la rueda de prensa el fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian Williams.