Jefes de seguridad de presidente Jovenel Moise nunca llegaron a presentar su versión de los hechos a tribunal
Haití. – Dos de los jefes policiales a cargo de la seguridad presidencial del fenecido mandatario Jovenel Moise, no se presentaron este martes ante el Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe para rendir sus declaraciones por su vinculación con el asesinato del presidente de dicha nación.
Asimismo, el fiscal Bed-Ford Claude, a cargo del caso del magnicidio, confirmó que ni el inspector principal Amazan Paul Eddy, responsable del CAT Team, ni el comisario Jean Laguel, coordinador general de la seguridad presidencial, se personaron en las dependencias del Palacio de Justicia.
Explicó además que, la Inspección General de la Policía no respondió a la solicitud de la Fiscalía para que emitiera los permisos que precisan los miembros del cuerpo para comparecer a declarar y, por ese motivo, no se presentaron en la sede judicial.
De igual formas la convocatoria de los responsables de la protección de Moise pretende aclarar los hechos ocurridos en la noche del ataque, en el que ningún miembro del aparato de la seguridad del presidente resultó herido, según las informaciones divulgadas hasta la fecha.
La de hoy debía ser la segunda jornada de declaraciones por el asesinato del mandatario, atribuido según la versión oficial a 28 mercenarios que tirotearon a Moise junto a su esposa, Martine, quien se recupera en un hospital de Miami de las heridas que sufrió.
En la primera sesión de interrogatorios, celebrada este lunes, comparecieron los exsenadores Youri Latortue y Steven Benoît, conocidos opositores del mandatario, quienes negaron tener conocimiento ni vinculación alguna con el suceso.
En plena situación de crisis, las gasolineras de Puerto Príncipe fueron escenario este martes de largas filas de ciudadanos que acudían a buscar combustible para sus vehículos y para generadores de electricidad domésticos, ante un panorama de creciente desabastecimiento.
Del otro lado de la frontera, República Dominicana, primer exportador de alimentos hacia Haití, lanzó un balón de oxígeno al anunciar este martes que, por “razones humanitarias”, reanuda las exportaciones tras el cierre total de fronteras ordenado a consecuencia del magnicidio.
La medida procura reducir la posibilidad de que el desabastecimiento en Haití genere inestabilidad social y flujos migratorios hacia la frontera dominicana, dado que “los ciudadanos haitianos necesitan de los productos agrícolas y agroindustriales dominicanos” para cubrir sus necesidades, informó en un comunicado el Palacio Nacional.
En la última semana, las autoridades dominicanas permitieron a pequeños grupos de haitianos cruzar la frontera norte a través del río Masacre, a la altura del municipio de Dajabón, para comprar comida.
Desde el lunes permitieron el paso de camiones cisterna con gas natural, combustible que Haití importa a través de puertos dominicanos.
Unas elecciones pendientes
Desde fuera del país también ha habido un nuevo toque de atención para que se celebren comicios en Haití antes de que acabe 2021, con miras a garantizar la estabilidad en la nación caribeña, fuertemente sacudida por una crisis política, económica y de seguridad.
Canadá transmitió este martes al primer ministro interino, Claude Joseph, la necesidad de que inicie un diálogo “con todas las partes” en el país para “desarrollar un plan creíble” que permita celebrar elecciones a finales de año.
El Gobierno de Moise tenía previsto celebrarlas el próximo mes de septiembre, haciéndolas coincidir con un referéndum para aprobar una nueva Constitución, empeño de Moise que nunca contó con el beneplácito de la oposición.
Estados Unidos ya urgió a entablar un ‘diálogo constructivo’ en Haití para lograr ‘elecciones libres’ este mismo año, para superar la crisis desencadenada por el asesinato del presidente.
Con este mismo objetivo envió una delegación que se reunió con el primer ministro interino, Claude Joseph; con el primer ministro designado, Ariel Henry, y con el presidente del Senado, Joseph Lambert, quienes pugnan por el poder tras el magnicidio.