El teniente coronel piloto de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), Ramón Israel Rodríguez Cruz, quien fue ultimado a tiros el pasado 24 de diciembre, en la comunidad de Boruco en el distrito municipal de Guatapanal, provincia Valverde, dejó en la orfandad dos niñas de diez y nueve años de edad.
Sus allegados y personas que lo conocían lo describen como un hombre muy familiar, querido por el pueblo de Boruco, donde iba de visita con todos los meses para ver a su tía Nidia Vásquez y otros familiares.
Precisamente, de acuerdo con los testimonios, el pasado 24 de diciembre estaba de visita en esa comunidad para pasar las fiestas de la Nochebuena y Navidad, sin embargo todo terminó en una tragedia tras ser abatido a tiros por miembros de la Policía Nacional.
“Solo quiero que se haga justicia y Dios va a hacer lo demás. Se me llevaron la mitad de mi vida. Se me lo llevaron”, exclamó Nidia Vásquez, mientras lloraba a su sobrino Ramón Israel Rodríguez Cruz.
Uno de los residentes en el pueblo donde ocurrió la tragedia calificaron lo ocurrido como un abuso de poder por parte de la Policía Nacional.
“Era un teniente coronel querido por este pueblo. Eso fue un crimen policial, un abuso de poder de los que ocurren en este pueblo”, expresó al canal CDN un comunitario de Boruco.
Otros consideraron que el piloto Ramón Israel Rodríguez Cruz era una persona humilde y que no alardeaba del rango que tenía en las Fuerzas Armadas. “Él no parecía un militar del rango que ostentaba en el momento. Es decir, en ningún momento se mostró como un hombre prepotente, era un hombre amable y muy amigable”, expresó otro de los comunitarios.
El fatídico hecho generó que el pasado viernes se produjeran protesta en la comunidad pidiendo justicia.
Ramón Israel Rodríguez Cruz recibió al menos tres disparos; uno en el hemitórax izquierdo con orificio de entrada y salida, otro en el hombro derecho con orificio de entrada y salida, y un tercero a nivel axilar, igualmente con entrada y salida, según certificó la médico legista de la provincia Valverde, doctora Yosenia Gregorio, en el acta de levantamiento del cadáver.