“Mi mujer cambió su foto de perfil. Me sorprendió la cantidad de MG que le pusieron. Y algunos comentarios masculinos me molestaron. Enseguida se lo recriminé y le pedí que borrara la publicación. Me miró con tanta tristeza que sentí vergüenza por haber reaccionado así. Yo no le había dado un me gusta…al contrario. Me enoje muchísimo. Y entonces me puse a pensar.
Cuánto hacia que yo no miraba sus publicaciones? Y si por casualidad las miraba, cuantas veces las ignore? Cuantas veces publicó carteles que sin decirlo eran para mí y yo ni los registre? Cuántas veces me enoje por los comentarios de algunos alzados y babosos, como si ella tuviera la culpa? Cuántas veces habrá esperado una reacción tierna de mi parte? Cuántas veces se habrá sentido triste al ver que no me importaba?
Me puse a mirar su muro y ahí me sorprendí más todavía. Todas sus publicaciones eran lo que se puede decir exitosas. Ni hablemos de sus fotos. Y ahí descubrí que así como yo miro mujeres en la calle, en el face o donde sea, a MI MUJER también la miran otros hombres. A Mí MUJER también le mandan solicitudes. El resto del mundo ve lo linda que es, lo buena persona, el amor que me tiene, la ternura que le brota en la sonrisa y en la mirada. Todos ven eso…menos yo. Y de repente supe que podía perderla en cualquier momento. Y me corrió un frío por la espalda.
Ahora estoy esperando que llegue de trabajar…sabiendo que muchos hombres la han descubierto, la han mirado. Pero ella es mía.
Apenas cruce la puerta voy a abrazarla y a decirle cuánto la amo. Y A PEDIRLE PERDÓN POR NO HABERLA VISTO ANTES”…